Massimiliano Strappetti, el “ángel de la guarda” del Papa Francisco: el enfermero que acompañaba a todos lados y a las 5:30 del lunes alertó que se moría
Estaba con Bergoglio las 24 horas y fue él quien empujaba la silla de ruedas en estos últimos días. Tenían una relación entrañable, marcada por la devoción y la confidencialidad

La muerte de Papa Francisco dejó una profunda huella no solo en el mundo religioso, sino también en quienes lo acompañaron durante su último tramo de vida. Entre ellos destaca Massimiliano Strappetti, su enfermero personal, quien estuvo junto a él en los momentos más críticos. Según detalla Corriere della Sera, su relación con el Papa se forjó a través de un vínculo afectivo y de confianza profunda, una relación que muchos describen como la de un hijo con su padre.
La figura de Strappetti, quien fue designado para un cargo exclusivo en 2022, ha salido a la luz en los últimos días, destacándose su rol fundamental en la salud del Papa en tiempos cruciales.

Strappetti, de 54 años, fue mucho más que un simple asistente sanitario para Francisco. En los últimos años, especialmente después de que el Papa sufriera problemas de salud, se convirtió en su confidente y en una figura clave en su bienestar. El 21 de abril de 2025, a las 5:30, cuando el Papa comenzó a sentirse mal, fue Strappetti quien, al notar el malestar, alertó inmediatamente al médico de turno, Sergio Alfieri

Un papel esencial en la salud de Francisco

En 2022, Papa Francisco le ofreció a Strappetti la oportunidad de ser su asistente sanitario personal, un puesto que nunca había existido en el Vaticano. Desde entonces, asumió una responsabilidad única: gestionar la salud del Papa, comunicarse con los médicos y tomar decisiones cruciales sobre su tratamiento. Este rol no solo implicaba supervisar los aspectos médicos, sino también apoyar emocionalmente al Papa en su día a día.
La sonrisa y el agradecimiento de Francisco reflejaron la profunda relación que había forjado con su enfermero personal. En ese breve, pero significativo gesto, se resumían años de apoyo y cercanía.
Según detalla Corriere della Sera, para Strappetti la muerte de Papa Francisco representa una pérdida emocionalmente devastadora. “Es como un hijo que ha perdido a su padre”, asegura el medio italia, destacando lo cercano que era este asistente al Papa.

Seg{un sus compañeros, Strappetti atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida, buscando consuelo en los recuerdos de una relación que fue mucho más allá de la profesionalidad, basada en el respeto mutuo, la confianza y un afecto genuino.
Durante las convalecencias de Francisco, Strappetti estuvo a su lado las 24 horas del día, ya sea en el Policlinico Gemelli o en su residencia en Casa Santa Marta, a menudo en un segundo plano, pero siempre presente. De hecho, él fue quien empujaba la silla de ruedas del Papa en esos últimos días, en los que Francisco aún intentaba mantener la conexión con sus fieles.